Llevo unas semanas completamente bloqueado. No se trata de lesiones (afortunadamente), ni de mal tiempo ni otras excusas para no correr. Simplemente, no salgo.
Cuando salgo (por trabajo o paseos), veo a un montón de gente corriendo (decenas) y, después de un primer momento de envidia, me pregunto: “¿Y yo? ¿Por qué no salgo?”. Pues, no lo sé.
En los periódicos, hay fotos muy chulas sobre las carreras populares (cada vez más populares) y hasta en la tele se hacen eco de los éxitos de los maratones de Londres o Madrid. Y yo plantado en casa.
No sé, no tengo ni idea de lo que me pasa. Es cierto que la carga de trabajo es cada vez más importante, pero tampoco creo que sea una buena excusa. Simplemente, estoy bloqueado. Hasta escondo las revistas de Runner’s cuando me llegan regularmente a casa, para que el sentimiento de remordimiento no sea mayor…
Dentro de poco, se cumplirá un año de mi primer maratón y yo no participo ni a una carrerita de 10km. En fin, si hay alguien por ahí que quiera animarme, bienvenido sea.
A ver si se me pasa esta tontería…